Cada alojamiento, es un pequeño museo tan pintoresco como singular y alternativo, un escenario suspendido en el tiempo, donde lo antiguo y lo nuevo tienen otra oportunidad de reencuentro, conviven sin prejuicios, conservan la esencia de lo auténtico potenciando los orígenes y produciendo una conexión brutal con el entorno. Cada villa o cada suite es única. Aquí nada se repite, lo nuestro es otro rollo. ¿Hemos dicho ya que somos mucho de “chic y negro” atemporales, naturales y de buen gusto por encima de todo? Los cojines se apiñan unos con otros, los tejidos de punto se entrelazan, mantas por aquí, mantas por allá.. ¿Lo último en mobiliario y decoración? También. Desde aquí saboreamos las estaciones, alucinamos con las mejores vistas, descubrimos el sonido del silencio, nos zambullimos en el Júcar y nos perdemos en senderos para luego reencontrarnos, aquí todo es natural y naturaleza.